domingo, 13 de marzo de 2011

La gran dama


La peseta es nuestra moneda de base.
Aunque nos complicaron la vida con el euro, con ella se mide nuestra crisis.
La Dama de Elche estaba en la de papel.
Conocí y manejé ese billete.
En mi infancia había perras gordas, de diez céntimos, y perras chicas, de cinco.
Los dos reales, con una perforación en el centro.
Y una moneda muy codiciada por mí, la de dos cincuenta.

De jovencita, pasando un mes en Lérida, en la casa de mis tíos, me llegó una carta de casa, en la que habían puesto un billete de cinco pesetas. Era verde. Para mí un dineral.
La moneda de cinco, llamada duro, era la medida de mucha gente, que hablaba de tantos duros, en lugar de peseta, al poner precio a sus mercancías y compras.
En el campo, en tiempos de mis abuelos, se valoraba la riqueza de una casa, diciendo que si era una casa con tantos pares de mulas.

El dinero ha pasado a ser algo que necesitamos para respirar.

Los mercaderes de dinero nos han esclavizado con él.
No hacen falta los grilletes de otra época que limitaban la libertad de las personas vendidas en los mercados de esclavos.
Si no eres capaz de hacerte cargo de tu pago por una supuesta libertad, el desahucio te deja en la estacada.
Necesitas un techo, alimentarte y abrigarte. Calzar tus pies.
Incluso, necesidades que tiempos atrás no tenía nadie.

Vives en un mundo en que todo lo que necesitas pasa una larga factura. Las facturas que te llegan en un sobre engordado de comprobantes de Banco.
El Banco se ha adueñado de tu casa y de tu soporte vital.
Cobran porcentajes que en tu caso parecen se goteo, pero que sumados de todos (y todas) nosotros (nosotras) les enriquecen.

Hacen con sus beneficios lo que esas monjitas santificadas que guardaron en un armario lo que no comparten con sus pobres a los que salvan sus almas y cuerpos con la caridad ajena.

domingo, 27 de febrero de 2011

Chile en la memoria


Hoy, 27 de Febrero de 2011, miramos atrás y nos congratulamos con los supervivientes y sentimos las pérdidas humanas y materiales que despojaron cuerpos y almas de nuestros hermanos y hermanas.

Trazos. Ulls